Alfonsina Storni Martignoni nació en Sala Capriasca (Suiza) un 22 o 29 de mayo de 1892 mientras sus padres de nacionalidad argentina visitaban ese país europeo y murió en Mar del Plata (Argentina) el 25 de octubre de 1938. Fue poetisa y escritora argentina del modernismo. También ejerció como maestra en diferentes establecimientos educativos y escribió sus poesías y algunas obras de teatro durante este período. Su prosa es feminista, ya que busca en ella la igualdad entre el hombre y la mujer, y según la crítica, posee una originalidad que cambió el sentido de las letras de Latinoamérica.
Dos palabras
Esta noche al oído me has dicho dos palabras
comunes. Dos palabras cansadas
de ser dichas. Palabras
que de viejas son nuevas.
Dos palabras tan dulces que la luna que andaba
filtrando entre las ramas
se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
moverme para echarla.
Tan dulces dos palabras
¿Que digo sin quererlo? ¡oh, qué bella, la vida!
Tan dulces y tan mansas
que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.
comunes. Dos palabras cansadas
de ser dichas. Palabras
que de viejas son nuevas.
Dos palabras tan dulces que la luna que andaba
filtrando entre las ramas
se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
moverme para echarla.
Tan dulces dos palabras
¿Que digo sin quererlo? ¡oh, qué bella, la vida!
Tan dulces y tan mansas
que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.
Tan dulces y tan bellas
que nerviosos, mis dedos,
se mueven hacia el cielo imitando tijeras.
Oh, mis dedos quisieran
cortar estrellas.
que nerviosos, mis dedos,
se mueven hacia el cielo imitando tijeras.
Oh, mis dedos quisieran
cortar estrellas.
Queremos dedicarte esta poesía para que sigas tu camino ... con fuerza y con toda la alegría que mereces... ¡¡¡ QUE TENGAS UNA BUENA VIDA !!!.
SOÑAR DESPIERTO
Atrévete a ser como la luz,
aprende a ser imperceptible,
pero no dejes de verte
sin ver a los demás.
Extiende tus alas y vuela alto,
toca el cielo con tu alma
y se infinito como el firmamento,
sin salir de tu cama.
Sólo recuerda que despertarás
y es labor tuya que tus
sueños sean una fantasía
o sean una realidad.
Pero nunca dejes de soñar,
porque así exploras tu porvenir
sin olvidarte de quien eres
y sin dejar de ser tú.
“…Aprende a soñar viviendo, pero no vivas soñando…
sé como el ave que vuela, pero no olvides regresar a la tierra…”
© Antonio Quesada Espinoza